13 de agosto de 2010

DIEZ

Un encuentro así
donde el tiempo no cuente
los años, la realidad, ni mañana.
Pero mañana siempre cuenta
y los finales parecen eternos
aunque algunos finales se van con una sonrisa
dejando huellas que volverán.
Y cuando vuelve un final feliz
es como un presente constante
su recuerdo deja sensibilidad.

Un encuentro así
sin rechazar ninguna caricia
sin mezquinar ningún gesto.
Dos buenos amantes
riéndose
escuchándose.